1. Elige tu estilo

¿Cómo te gustaría que se sintiera y se viera su hogar? Un truco sencillo es echar un vistazo a tu armario. ¿Prefieres piezas a la medida y entalladas, o prefieres artículos más sueltos y más cómodos? ¿Gravitas hacia ciertos colores o patrones (cuadros, rayas, etc) ? Ropa cómoda y funcional, o delgada y  de diseñador. Otra forma de ayudarte a determinar tu estilo es pensar en palabras claves que definan cómo deseas que se sienta tu espacio. ¿Tradicional, formal, elegante? ¿Juguetón, humorístico, acogedor? ¿Monocromático, aerodinámico, moderno?

Kathryn MacDonald Courtesy of Grant K. Gibson

2. Identifica lo que no te gusta

En general es más fácil identificar lo que no los gusta. Has una lista de esos estilos, tendencias u objetos que te traen mal sabor de boca o simplemente no quieres ver ni en Pintura. Cualquier elemento que cause molestia, algún recuerdo amargo. Esto para eliminar cualquier objeto que nos robe de energía, paz y armonía.

3. Espacio y Distribución

La planificación y distribución de elementos en un espacio es esencial para un diseño agradable. Muy a menudo vemos muebles que son demasiado grandes o demasiado pequeños para una habitación.

Decora con muebles para los que realmente tiene espacio, es muy fácil enamorarse de una pieza o de una oferta y adquirir algo que en realidad no va bien. Piensa en mantener el equilibrio. Para salas grandes, considera establecer zonas para diferentes actividades: un área de lectura; otra para descansar o convivir con amigos; una para ver de tu película favorita, etc. Aunque amamos la simetría, puedes hacer que las cosas se sientan demasiado artificiales cuando haces que todo sea simétrico. Piense en el peso visual y la distribución para equilibrar un espacio. La proporción y la distribución de espacios son clave para cualquier diseño.

4. Selección de Color 

La selección de colores es una de las decisiones más importantes y beneficiosas que puedes tomar. Las opciones de color adecuadas conectan armoniosamente los espacios. Considera la casa como un todo. Te arriesgas a crear habitaciones desarticuladas si pintas una habitación a la vez. Ten en cuenta cómo los colores afectan nuestro estado de ánimo. Algunos colores hacen que las personas se sientan felices, tranquilas o incluso agitadas.

Si estas buscando el color de una pared, es recomendable pintar una poco sobre ella, para tener una muestra de como se ve realmente la pintura ya aplicada. Obsérvela la pared con luz natural, luz de la mañana y de noche. A menudo, un color de referencia que funcionó bien para un proyecto no funcionará para otro. Lo que podría funcionar en la casa de tu amigo podría no funcionar en tu casa. El muestrario en las tiendas de pintura son un punto de partida útil, pero lo que se ve bien en el papel podría no verse bien en casa. Con pinturas blancas, pruebe varios  tonos en la pared y presta atención a los matices ya que estos pueden tener toques de rosas, azules o amarillos. La luz en el exterior afecta la tonalidad,  la misma vegetación y el cielo pueden crear reflejos de verdes y azules en las paredes interiores.

5. Caro vs Barato 

Caro no necesariamente significa mejor (ya sea arte, muebles o mascotas). Considera el trabajo de un artista o diseñador "desconocido" y compra de acuerdo a los que te gusta, a tu estilo y a tu presupuesto. Los objetos más baratos o de segunda mano pueden tener más carácter y  final de cuentas ser los más apreciados de una habitación. No tengas miedo de mezclar artículos de precio alto y bajo. No todo debe ser costoso ni de marca para agregar valor.

Ahora que conoces cómo decoran los expertos, te recomendamos que leas ¨La importancia del arte de pared en el diseño de interiores.¨

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